Existen establecimientos públicos, llamados “cat café”, o café de gatos, en los que sus clientes pueden compartir espacio con gatos. Suelen ser establecimientos en los que se sirven bebidas y algo de comida. Algunos disponen de una sección de lectura.

El primer café de gatos, llamado Jardín de Gatos, abrió en Taiwán en 1998. Despertó curiosidad y tuvo mucho éxito. La novedad se fue extendiendo rápidamente en el vecino Japón. Hasta tal punto que hoy en día, Tokio cuenta con más de 40 cat cafés, algunos incluso especializados por razas o colores. Ya han aparecido cafés con otras razas de animales (conejos, sobre todo). Su popularidad en esa parte del globo se debe a la prohibición de tener mascotas en edificios de apartamentos y conjuntos residenciales.

El movimiento terminó por alcanzar Europa. Primero, Viena en 2013. Un año más tarde, París y al año siguiente, Madrid. Allí precisamente, se abrió el primer cat café español, “La Gatoteca”. Ahora le acompañan numerosos establecimientos similares en el país. Se encuentran sobre todo por Cataluña, alrededores de Madrid y Alicante, así como por la costa norte de la península.

Cerca de aquí, tenemos también la suerte de contar con “nuestro” cat café. Se llama “La Gatera” y es iniciativa de Isabel López, veterinaria de profesión. Ella nos cuenta que el lugar funciona como una casa de acogida temporal para los gatitos que viven allí mientras encuentran una familia que los adopte.

Nos dice también que el número de gatos fluctúa según se van adoptando. Todos llegan a través de una protectora de Murcia que se encarga de gestionar las adopciones. Los gatitos siempre se entregan desparasitados, vacunados, esterilizados, con microchip y su cartilla.

En cuanto a los clientes, son muy diversos, de todas las edades y proveniencia. Por supuesto españoles de comunidades limítrofes donde no hay semejantes cat cafés, pero también extranjeros de paso que añoran a sus mascotas. ¡Por ello, todos los que trabajan en la cafetería hablan inglés y alemán, y les encanta recibir clientes internacionales para poder practicar los idiomas!

No está permitido acceder con otros animales. Los gatos son “los reyes del lugar”, los visitantes los pueden observar, acariciar y jugar con ellos mientras toman alguna consumición. Eso sí, tendrán que respetar unas “normas gatunas” para asegurar el bienestar de los animales. Todo está pensado para ellos: espacio separado para el descanso, juguetes y zonas donde poder trepar.

Para una experiencia óptima, Isabel nos recomienda que respetemos a los gatos dándoles espacio, permitiendo que nos observen, que vean que pueden confiar en nosotros y, sólo cuando ellos decidan, se acerquen a nosotros por voluntad propia. De esta forma, se promueve una interacción sana y respetuosa.

Compartir espacio, tiempo y emociones con los gatunos relaja, aporta satisfacción y bienestar. ¿Lo sabías? ¡Existe la gatoterapia! Que nos ayuda a mejorar nuestra salud física y mental. Al igual, existen terapias con muchos otros animales que nos resultan beneficiosas. Trataremos este interesante tema en un futuro artículo.

La Gatera: calle Vara de Rey, 8 – Murcia – www.lagateracatcafe.com