Seguimos presentando más opciones para huir del calor a la vez que nos cuidamos. Les hablamos hoy de las aguas termales naturales y de los spas.

AGUAS TERMALES NATURALES

En toda la geografía española podemos disfrutar de baños termales en plena naturaleza, brindando aguas naturales con excelentes propiedades para la salud. Algunos de ellos, no demasiado lejos de la región de Murcia. Es el caso de lugares como Alhama de Almería, Zujar y  Fuencaliente de Huéscar, todos situados en el este andaluz a un par de horas en coche. También, en la vecina provincia de Albacete, se puede disfrutar de varios manantiales de aguas termales a lo largo del río Cabriel, cuyo valle ha sido declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco.

Más cerca de nosotros, en la localidad de Mula, brota un manantial de agua del corazón de la tierra. Sus aguas llegan directamente a diferentes termas privadas y baños existentes en el pueblo. La temperatura del agua es de unos 37º, por lo que cualquier época del año es buen momento para “ponerse a remojo”. Eso sí, en verano, mejor darse una ducha templada o fría después.

SPAS

Hasta principios del siglo XX un spa era un lugar donde se buscaba lograr un efecto terapéutico por medio del agua. Luego, progresivamente se fueron incluyendo otros tipos de tratamiento como masajes, terapias especiales y belleza.

En la actualidad, se entiende que un spa es un establecimiento que permite la realización de diferentes terapias con el uso de agua. Suele tratarse de centros de salud y ocio que disponen de diversos tipos de piscinas, chorros, saunas y jacuzzis, con una gran oferta de tratamientos. Últimamente, han proliferado considerablemente, así que no tendrá que ir lejos para encontrar dónde zambullirse.

A diferencia de los balnearios, los spas no utilizan aguas minero-medicinales. Aun así, nos pueden reportar beneficios tanto en el plano físico como mental.  Los más destacados son:

  • Físicos: relajación muscular y mejora de las contracturas, activación del sistema circulatorio, estimulación del sistema inmunitario, efecto antiinflamatorio, favorece el sistema digestivo, ayuda a combatir la retención de líquidos y a perder peso.
  • Psicológicos: aumento de la energía mental, ayuda a combatir el estrés, mejora el estado anímico y el equilibrio emocional
  • Estéticos: tonifica y nutre la piel, ayuda a eliminar toxinas, hidrata la piel y elimina células muertas

Cada uno de ellos constituye una buena razón para planear una escapada y disfrutar de todos los beneficios que el agua nos aporta.

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