En el sureste de España, en Cartagena concretamente, se encuentra la cámara hiperbárica más grande de Europa. Poca gente la conoce y sabe para qué sirve. Se lo descubrimos aquí.

La Medicina Hiperbárica es una especialidad que utiliza la combinación de presión atmosférica aumentada y oxigenación de los pacientes. Consiste en respirar oxígeno puro en el interior de una cámara a una presión superior a la presión atmosférica. De esta manera, se obtienen en el cuerpo presiones de oxígeno elevadas, lo cual tiene efectos beneficiosos.

La lista de aplicaciones de este tratamiento es muy amplia. Aquí unos ejemplos: insuficiencia arterial, anemia severa, úlceras varicosas, gangrena y amputaciones, ciertos tipos de necrosis, quemaduras e injertos, inhalación por humo e intoxicación por gases, sordera súbita, ciertas infecciones, politraumatismos con colgajos de piel, fracturas complicadas, casos de congelación, enfermedades neurológicas, artritis, artrosis, fibromialgia e incluso mitiga los efectos secundarios de las radioterapias…. Al margen, se ha demostrado que operaciones quirúrgicas realizadas en cámaras hiperbáricas conllevan menos complicaciones, tienen mayores tasas de éxito y acortan el periodo de recuperación.

La medicina hiperbárica en España empieza en 1923, cuando la Armada Española adquiere una cámara multiplaza para el tratamiento de enfermedades de descompresión en cursos de buceo civiles y militares. En los años 60, la medicina hiperbárica acelera su desarrollo a nivel mundial y la Marina Española empieza a disponer de cámaras hiperbáricas y personal especializado. Fueron implantándose poco a poco en puertos militares como Cádiz, Ferrol y Cartagena.

Esta última base fue el escenario de un proyecto tan ambicioso como peculiar. Allí «operaba» el comandante y médico militar Antonio de Lara. A principio de los años 70, de vuelta a España tras una larga formación en Estados Unidos, se entera de que la refinería vecina va a desmantelar una de sus chimeneas.

Conocedor de las características técnicas de esa rama de la medicina, ve allí una oportunidad de proyectar una ambiciosa cámara hiperbárica para uso civil. Sería la primera en España y la más grande de Europa. El reto es colosal a nivel técnico y económico. Para llegar a su fin, idea con genial pragmatismo contactar, convencer e unir a múltiples actores locales: instancias de la Marina, políticos locales, astilleros, refinería, universidad, bancos, empresas locales, … Consigue que todos estos actores se unan de forma altruista en este singular proyecto.

Dos secciones de la chimenea son acondicionadas y llevadas en camión hasta el Santo y Real Hospital de la Caridad (más conocido como hospital de Los Pinos). Dos años más tarde, empieza a funcionar una cámara hiperbárica de 32 metros de largo con capacidad para 64 personas. Un improbable puzle hecho con piezas de refinería, barcos y submarinos que sigue curando a personas hoy en día.

Actualmente, en España hay cámaras hiperbáricas repartidas por todo el país.

26/10/2024